El trastorno del espectro autista es una enfermedad relacionada con el desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la comunicación. El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y repetitivos. El término «espectro» en el trastorno del espectro autista se refiere a un amplio abanico de síntomas y gravedad.
Síntomas
Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la primera infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. Otros niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses o años de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se observan a los 2 años.
Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un funcionamiento bajo hasta uno alto.
Algunos niños con trastornos del espectro autista tienen dificultades de aprendizaje y algunos presentan signos de inteligencia inferiores a lo normal. Otros niños con este trastorno tienen una inteligencia entre normal y alta, aprenden rápido, aunque tienen problemas para comunicarse, aplicar lo que saben en la vida diaria y adaptarse a situaciones sociales.
Debido a la combinación única de síntomas que presenta cada niño, a veces, puede ser difícil determinar la gravedad. En general, se basa en el nivel de deterioro y en cómo afecta la capacidad de desenvolverse.
Comunicación e interacción social
Un niño o un adulto con trastorno del
espectro autista puede tener problemas con la interacción social y las
habilidades de comunicación, incluso presentar cualquiera de los siguientes
signos:
Ø No responde a su nombre o, en ocasiones, parece no
escucharte
Ø Se resiste a los abrazos y las caricias; además,
parece que prefiere jugar solo y se abstrae en su propio mundo
Ø No suele hacer contacto visual y carece de expresión
facial
Ø No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o
bien pierde la capacidad que tenía para decir palabras u oraciones
Ø No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal
vez, inicia una solamente para pedir algo o nombrar elementos
Ø Habla con tono o ritmo anormal y es posible que
utilice una voz cantarina o que hable como un robot
Ø Repite palabras o frases textuales, pero no comprende
cómo usarlas
Ø No parece entender preguntas o indicaciones simples
Ø No expresa emociones ni sentimientos y parece no ser
consciente de los sentimientos de los demás
Ø No señala ni trae objetos para compartir sus intereses
Ø Aborda interacciones sociales de forma inadecuada
comportándose de manera pasiva, agresiva o perturbadora
Ø Tiene dificultad para reconocer señales no verbales,
como la interpretación de las expresiones faciales de otras personas, las
posturas corporales o el tono de voz
Un niño o un adulto con trastorno del
espectro autista puede tener intereses, actividades o patrones de comportamiento
repetitivo y limitado, e incluso presentar cualquiera de los siguientes signos:
Ø Realiza movimientos repetitivos, como balancearse,
girar o aletear con las manos
Ø Realiza actividades que podrían causarle daño, como
morderse o golpearse la cabeza
Ø Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera
con el mínimo cambio
Ø Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones
de movimientos extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra
un lenguaje corporal extraño, rígido o exagerado
Ø Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las
ruedas que giran en un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o
el funcionamiento del objeto
Ø Es más sensible que lo habitual a la luz, el sonido o
el contacto físico, pero puede ser indiferente al dolor o la temperatura
Ø No participa en juegos de imitación o de simulación
Ø Se obsesiona con un objeto o una actividad con una
intensidad o concentración anormales
Ø Tiene preferencias específicas con respecto a los
alimentos, como comer solamente unos pocos alimentos o no comer alimentos con
una determinada textura
A medida que maduran, algunos niños con
trastornos del espectro autista socializan más con otras personas y muestran
menos alteraciones del comportamiento. Algunos, generalmente los que tienen
problemas menos graves, con el tiempo pueden llevar una vida normal o casi
normal. Sin embargo, otros siguen teniendo dificultades con el lenguaje o las
habilidades sociales y, en los años de la adolescencia, sus problemas de
comportamiento y emocionales pueden empeorar.
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